El silencio sutil es una hermosa manera de defender la palabra, de cuidarla. La comunicación es un estado de presencia consciente, para que suceda se necesita ser y estar. Sucede en un encuentro que a veces solo se trata de cercanía. Un circuito de comunicación empieza al sentarse al lado, mirar, prestarse atención, escuchar. ¿Cómo podemos iniciar la interacción si no estamos? La velocidad del comienzo disruptivo donde pregunto de forma directa a veces es una apertura voraz y violenta. El silencio es una forma de darle espacio a la palabra que merece ser pronunciada con la delicadeza quirúrgica del deseo. El silencio es una manera de defenderse. El silencio es cuidar la palabra.