Yo los vi por el retrovisor
en un embotellamiento.
Él miraba hacia la izquierda,
ella en cambio hacia el otro lado.
Ella secaba con su dedo la mejilla,
él fruncía la nariz para no llorar.
Él sostenía fuerte el volante,
ella se acomodaba un mechón.
Ella seguía mirando hacia la derecha,
él en cambio miraba hacia el otro lado.
A los dos se les salía el corazón.
Yo nos vi por el retrovisor.
Cuando el tráfico se liberó, arranqué.