El hallazgo de las neuronas espejo es maravilloso en su esencia para reflexionar sobre la manera en que nos comunicamos, cómo conectar con el interlocutor y también cómo podemos mirarnos en ese otro.
Sin embargo, para que un espejo sea tal, hay un reverso oscuro. Un revés negro permite el reflejo; caso contrario, la mirada pasa de largo.
Y ahí está el punto: a veces, el espejo es una trampa. Es útil, sí. Aunque necesitamos hacer foco, buscar la fisura y abrir una mirilla porque a veces no alcanza con ver el reflejo, hay que ir más allá. Y si prestamos atención nos daremos cuenta: la comunicación es transparente.