Hablar es un ejercicio imperfecto para el interlocutor.

El Yo comunicante arma su mensaje con una intención y del otro lado, al recibirlo, hay expectativas. Encajar esas dos piezas pone en funcionamiento el engranaje.

Hablar es un ejercicio imperfecto para el interlocutor.

Quizás por eso, se empieza a callar.

Luisa Maria Ahumada

Escritora. Comunicadora. Profesora. Mamá. Obras publicadas: Ciclotimias (poesía). 400 Días, Relaciones en tiempos modernos (novela), Habla Conmigo (cuentos). Palabra de mamá, sin etiquetas que limiten (ensayo). Además, participa en diferentes antologías, revistas y otros medios de comunicación.

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