Dice el zorro en El Principito: “Si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo”.
Seduce la idea domesticar.
¿Domesticar es un término que aplica para los vínculos? Entiendo que sea una conversación entre El Principito y el zorro. Entiendo que domesticar sea un verbo atractivo. Los seres humanos no somos mascotas.
Alexa es la mascota de mi familia. Alexa pon tal canción, Alexa qué hora es, Alexa apaga las luces, Alexa cuándo juega Boca, Alexa cuéntame un chiste, Alexa qué clima hará mañana, Alexa ¿quién te está hablando? Alexa, Alexa, Alexa.
Cuando la comunicación se domestica, una de las partes implicadas, pierde libertad y la comunicación se queda sin flexibilidad.
Los circuitos comunicacionales son una onda expansiva en los vínculos humanos. Es el hilo intangible que enlaza las relaciones.
Prefiero un interlocutor que me interpele con amor a tener un vínculo domesticado. Prefiero que cuando le pida una canción a Alexa me proponga otra que desconozco y que la bailemos a la par. Prefiero la no domesticación.