Que no es estar quieto,
hay movimiento en la fuerza.
Que no es la resignación
que antecede a la certeza de la pérdida.
Que no es duelo
poque no se ha perdido nada aún.
Que no es sobrevivir
porque el hoy conjuga el futuro perfecto.
Que no es esperanza
porque la energía ya no es la misma.
Que no es otra cosa que eso:
RESISTIR.