Tenías un sueño pequeño, del tamaño de una semilla. Apenas lo susurraste. Fue una brisa que lo plantó donde crece el amor, tierra fértil. El tiempo lo regó con lágrimas y sudor. Hasta que un día, el menos pensado, a la luz del sol de un verano caliente, lo viste hecho realidad. Después. Otra vez. Tras un suspiro de alegría, otra brisa y otra diminuta semilla.
Sueños
- 16/08/2023
- By Luisa Maria Ahumada
- Literatura