La niña herida

Hay un niña acurrucada que lee y escribe. Escribe para protegerse del mundo. Tiene miedo y esta triste, aunque parezca lo contrario, aunque lo diga, aunque lo grite, aunque avise de su tristeza.

Y entonces hay dos respuestas posibles:

1) «Pero si se te ve tan bien». Las redes sociales no es que mientan, muestran sólo una parte. Los procesos llevan mucho más tiempo que esa foto perfecta que subimos para que todos vean. Mucho más, si tu trabajo es que te vean.

2) «Podés hacer esto y aquello para dejar de estar así». Todos empiezan a darte recetas anti-tristeza: desde respirar hasta medicación. Las conozco todas, las hice todas. Gracias.

Mi niña triste está tan asustada que nos hemos tirado al piso a llorar juntas. Sé lo que hay que hacer. Sólo que aprendí, creo que cuando llegaron los hijos a mi vida, que a veces lo mejor por hacer es estar así: triste, muy triste y tiritando de miedo. Después, escribo: ese es mi abrazo y el brazo que me levanta. Mientras tanto, funciona así: estar triste y tiritando de miedo.

Luisa Maria Ahumada

Escritora. Comunicadora. Profesora. Mamá. Obras publicadas: Ciclotimias (poesía). 400 Días, Relaciones en tiempos modernos (novela), Habla Conmigo (cuentos). Palabra de mamá, sin etiquetas que limiten (ensayo). Además, participa en diferentes antologías, revistas y otros medios de comunicación.

All author posts
Write a comment