Elegir cada palabra, la manera en que se encadenan en una oración para crear una imagen en la mente de quien lee o escucha, es un ejercicio —paradójicamente— indescriptible.
La mujer y sus siete enanos es una obra literaria de ocho cuentos que interpelan las narrativas tradicionales sobre el lugar de la mujer en una sociedad que todavía se experimenta desigual e injusta. Eso es. Y también es, para mí, un entrenamiento para conjugar con precisión quirúrgica dos verbos que me atraviesan: escribir y comunicar.
Agradecida a cada persona que ha tenido —y tiene— un rol fundamental en la producción de este libro, porque el que escribe y publica, no lo hace solo. Estamos en una comunidad. Y en la mía, la gente que me acompaña, es de lo más hermosa. Gracias.