Hola Sísifo. Yo otra vez. Cuando la vida me pesa una piedra, yo escribo la única cosa que me importa un bledo cómo está escrita: un poema. Yo, Sísifo, fluyo en la poesía que me arrastra en la gracia de su libertad, la que ni vos ni yo, sabemos de qué se trata. Venite a flotar conmigo en este pedacito de cielo. Hasta la próxima.