El encuentro no es algo que suceda con frecuencia: a pesar de estar en un mismo lugar, no siempre coincidimos. Encontrarse es mirarse, escucharse, dialogar. ¿Qué hace que suceda? El interés por prestarnos atención. El interés común creándose a partir de la subjetividad de cada persona que está en un mismo espacio y tiempo. Todo eso sucedió el sábado.
Hicimos un taller literario “El oficio de contar”en Bethania, Un lugar en La Calera. Fue una tarde mágica junto a dos hermosas escritoras que tuvimos la responsabilidad de coordinar una merienda mágica donde la palabra fue la protagonista.
Me gustan estos espacios de encuentro, de comunión, de hacernos preguntas. Me gustan y los celebro, por eso los creo y los habito. El tiempo tiene otra textura y el abrazo final le da un sabor diferente a la vida. Gracias, gracias, gracias 🙌
